gafas de laboratorio

La elección de las gafas de laboratorio para la seguridad de los trabajadores es muy importante, porque de esta decisión va a depender la protección ocular de la empresa. Por eso, hoy queremos hablarte de en qué debes basarte para elegirlas.

Criterios para elegir las gafas de laboratorio

Como principio general se recomienda:

  • Para evitar los riesgos de impactos de partículas sólidas o salpicaduras de líquidos podrán utilizarse cualquiera de los tipos de protectores visuales más conocidos, como gafas, pantallas o protectores integrales, siempre que tengan las prestaciones adecuadas frente a estos riesgos.
  • Debe tener en cuenta que las gafas solo protegen los ojos y que se deben tener dos aspectos fundamentales:
    • El proceso de apreciación: o tener en cuenta las prestaciones adecuadas a los riesgos que hayan de afrontar.
    • Elección de los modelos: O la elección propiamente dicha.

 

¿Cómo analizar los riesgos de protección ocular?

La protección a través de las gafas de laboratorio, como equipo de protección individual que es, debe usarse cuando los riesgos no se evitan con medios de protección colectiva técnicos o bien por medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo. A esto le llamamos el principio de utilización.

El empresario tiene la responsabilidad de implicar a los trabajadores y a sus representantes en la elaboración y aplicación del proceso de apreciación del que te hablábamos antes, permitiéndoles decidir en la elección de modelos o principios de utilización.

De todas formas, el análisis de los riesgos no responde a criterios preestablecidos y debe ser realizado por el empresario teniendo en cuenta su origen y su forma. Además, ha de ser lo más riguroso posible, es decir, que no sirven simples valoraciones cualitativas.

Por ejemplo, no basta con hacer referencia a riesgos por impacto de partículas o salpicaduras de líquidos, sino que hay que describir las partículas, teniendo en cuenta su forma, su peso aproximado, velocidad de las proyecciones y lo mismo en caso de los líquidos. Además, hay que tener datos relativos a temperatura y humedad del puesto de trabajo, ambiente corrosivo, contacto con agua, ambientes inflamables, proyección de partículas sólidas incandescentes y cualesquiera otros datos que ayuden a completar el análisis.

 

Ejemplo de valoración de gafas de laboratorio

Para poder ilustrarlo de una forma más precisa vamos a hablar de algunos de estos factores:

  • Resistencia de los oculares, visores y resto del protector al impacto de grandes partículas sólidas proyectadas en caída libre.
  • Resistencia de los oculares, visores y resto del protector al impacto de pequeñas partículas sólidas proyectadas a gran velocidad.
  • Grado de fijación de los oculares o visores al resto del protector.
  • Resistencia al agua de los protectores.
  • Resistencia a la corrosión de los elementos metálicos de los protectores.
  • Grados de inflamabilidad y/o combustibilidad de los materiales no metálicos de los protectores.
  • Resistencia de los protectores a condiciones de temperatura y humedad relativa elevadas.
  • Reducción del campo visual.
  • Resistencia de oculares, visores y resto del protector a líquidos, disolventes, etc.

 

La importancia de la seguridad en el laboratorio

En el laboratorio se realizan operaciones muy diversas, casi siempre de corta duración, en las que se manipulan una gran variedad de productos con diferentes características de peligrosidad. Por eso, suele ser difícil adoptar medidas de protección colectiva eficaces y y tener en cuenta los riesgos residuales.

Por eso, debe recurrirse a los equipos de protección individual, que tienen que ser adecuados  a los riesgos de los que se quiere obtener protección mediante su correspondiente certificación (marca “CE”).

 

Protección ocular y facial con las gafas de laboratorio

Los equipos destinados a la protección de la cara y los ojos permiten protegerse de los riesgos causados por proyecciones de partículas sólidas, proyecciones de líquidos y exposición a radiaciones ópticas (infrarrojo, ultravioleta, láser). Se pueden clasificar en dos grandes grupos: pantallas y gafas.

  • Pantallas: Cubren la cara del usuario, no solamente los ojos. Existen dos tipos de pantallas: las faciales y de soldadores, pero en los laboratorios normalmente solo son necesarias las pantallas faciales, que pueden ser con visores de plástico, con tejidos aluminizantes o reflectantes o de malla metálica. Si su uso está destinado a la protección frente a algún tipo de radiaciones deben están equipadas con visores filtrantes.
  • Gafas: Se usan para proteger los ojos del trabajador. Para que resulten eficaces, se tienen que combinar con unos oculares de resistencia adecuada, un diseño o montura, o bien unos elementos adicionales adaptables a ella, para proteger el ojo en cualquier dirección. Se utilizan oculares filtrantes en los casos en los que haya riesgo de exposición a radiaciones ópticas como ultravioleta, infrarrojo o láser. Considerando el tipo de montura se pueden agrupar en:
    • Gafas tipo universal: Pueden ir provistas, aunque no necesariamente, de protección adicional.
    • Gafas tipo copa o cazoleta: Encierran cada ojo aisladamente. Están constituidas por dos piezas, integrando el aro portaocular y la protección lateral. También puede ser adaptables al rostro con un único ocular.
    • Gafas integrales: La protección adicional está incluida en la misma montura. Pueden ser utilizadas conjuntamente con gafas graduadas.

En determinados casos, en que vayan a ser utilizadas de forma continuada por una persona que necesita gafas graduadas, pueden fabricarse gafas de laboratorio de seguridad graduadas. Téngase en cuenta que la obligación de llevar gafas de modo permanente es bastante habitual en los laboratorios, así que puede ser importante que el trabajador se siente cómodo con ellas en cada momento.

Con esta información pretendemos que entiendas los tipos de gafas de laboratorio que te puedes encontrar y que elijas las más adecuadas para ti.