tipos de organigramas

Uno de los elementos más típicos de las organizaciones es el organigrama. Y es que desde la empresa más tradicional hasta la que se define por no tener jerarquías marcadas, tiene, también, un organigrama. En este post veremos qué es un organigrama, cuáles son los tipos de organigramas que existen y analizaremos algunos objetivos que creemos que se deben tener en cuenta.

 

¿Qué es y para qué sirve un organigrama?

Básicamente, un organigrama es un esquema en el que se refleja la jerarquía de cargos en una organización. En él se encuentran todas las posiciones de la empresa, desde los miembros con más rango hasta los que tienen menos poder de decisión.

Las típicas estructuras jerárquicas de las empresas más antiguas o más tradicionales tienen un organigrama muy definido: el director general tiene el poder de decisión máximo y, tras él, existen otras figuras de más a menos, digamos, poder dentro de la organización. En la actualidad, y cada vez más, existen empresas que rehúyen del concepto jerárquico del organigrama, lo que nos ofrece nuevos tipos de organigramas que veremos a continuación.

Objetivos del organigrama

Aunque en algunas ocasiones podamos pensar que existen ciertas limitaciones en el uso de organigramas, también debemos tener en cuenta los beneficios de estas organizaciones. Veamos los objetivos que conseguimos contando con un organigrama:

  • De cara a la dirección de la compañía, los directivos son capaces, así, de conocer las áreas en las que existe comunicación, así como el canal que debe usarse para comunicarse.
  • De cara al personal de la empresa, ya que permite conocer su ubicación dentro de la organización.
  • De cara al público, ya sean clientes o proveedores, ya que les permite tener una visión global de la compañía, así como de hacerse una idea de cómo funciona la empresa.

 

Tipos de organigramas

Como decimos, los tipos de organigramas se entienden según el tipo de empresa, o, mejor dicho, de la organización interna en dicha empresa. Así, existen tres tipos de organigramas: el jerárquico, el matricial y el plano. Veamos las características principales de cada uno de ellos.

Organigrama jerárquico

Este es el típico organigrama, el de las empresas más tradicionales y el más antiguo. Su sistema es piramidal: existe un cargo con el máximo poder dentro de la organización y, tras él, existen una consecuencia de distintos cargos, de más a menos responsabilidad. En lo que se refiere a la comunicación interna de este tipo de empresas, los miembros de las partes inferiores se comunican con su superior y no está bien visto pasar por encima de ellos.

Organigrama matricial

Podríamos decir que el organigrama matricial es como un organigrama jerárquico pero en lugar de tener un solo cargo con el mayor poder de decisión, en este caso nos encontramos con varios de ellos. Existe más de un responsable y los empleados con menos responsabilidad deben rendir cuentas con más de un encargado o responsable.

Organigrama plano

Puede que también hayas oído hablar de este organigrama con el nombre de organigrama horizontal. Este tipo de organigrama es el que mencionábamos anteriormente: muchas nuevas empresas huyen de sistemas jerárquicos muy marcados y prefieren usar este tipo de sistema organizativo. En él, existen dos líneas: la de los directivos y la de los empleados. Esta organización permite que el trabajador se encuentre más en contacto con los directivos, así como se ve envuelto más activamente en los procesos de toma de decisiones.

Ya conoces los tipos de organigramas que existen, así que, cuéntanos: ¿cuál es la organización empleada en tu compañía? ¿Tu empresa tiene un organigrama jerárquico, matricial o plano? ¡Cuéntanos más abajo!