remachadora

La remachadora está compuesta por palancas, cuñas, tornillos o resortes, entre otros. Generalmente utilizamos una remachadora cuando queremos fijar con remaches elementos que no se tengan que desmontar más adelante.

En función de las piezas que necesitemos unir, tendremos que elegir un tipo de remachadora u otra, al igual que el tamaño de los remaches. En este caso distinguimos dos tipos de remachadoras, las industriales y las remachadoras para trabajos auxiliares. Los remaches por su parte se clasifican según la forma de su cabeza y la función para la que se emplean así como por el material del que están compuestos: aluminio, latón, acero, cobre e incluso de otros metales o materiales sintéticos como fibra de vidrio, poliéster u otro tipo de plástico.

Las remachadoras industriales se utilizan para trabajos de remachado en serie, pudiendo llegar a ser en muchos casos, máquinas bastante complejas, que cumplen una función específica según la aplicación industrial para la que se vaya a utilizar. Este tipo de remachadora suele accionarse con energía neumática o eléctrica.

Por otro lado contamos con las remachadoras para trabajos auxiliares o uso doméstico; estas se accionan manualmente y suelen utilizarse para remachar con remaches ciegos, que permiten hacerlo cuando solamente cuando cuentas con acceso a un extremo del remache.

Es muy importante contar con la remachadora más adecuada para ayudarnos a realizar el trabajo que tengamos que hacer, de la mejor forma posible. Una vez que conocemos las remachadoras industriales y las que utilizaremos para trabajos domésticos, es hora de clasificar los tipos de remachadoras según el uso que vayamos a darle.

Tendrás que escoger entre tres tipos de remachadoras

Cada una de ellas resulta la más indicada según el tipo de trabajo específico que se vaya a realizar, con lo que esta clasificación te servirá para conocer, según el uso que requieras de ella, la remachadora perfecta:

  • Remachadoras manuales:

Por un lado tenemos las remachadoras de mano, que generalmente se usan para trabajos de bricolaje aunque contamos con una gran variedad de aplicaciones, por lo que no es extraño encontrarlas en algunos ámbitos profesionales y sencillos como fijación de todo tipo de hojas de metal, asas de un bolso, fortalecimiento de hojas de plástico o telas revestimientos de piel, por ejemplo.

Entre las manuales, encontramos también remachadoras de palanca, que son utilizadas en trabajos más exigentes en el ámbito profesional y remachadoras de acordeón o extensibles, utilizadas para insertar remaches en lugares con mayor dificultad de acceso.

En cualquier caso, las remachadoras manuales deben ser ligeras pero también robustas y ergonómicas. En función de su uso deberán contar con boquillas para remaches de  diámetros diversos.

  • Remachadoras con batería:

Con este tipo de remachadoras, conseguiremos una mayor velocidad de remachado, y nos permiten trabajar con una menor fatiga dada su empuñadura ergonómica y un centro de gravedad adaptado para trabajos que requieren cierta autonomía de movimientos.

  • Remachadoras neumáticas:

Las remachadoras neumáticas son las más utilizadas en trabajos industriales y son fijas. Pueden estar sujetas a un banco de trabajo, o al suelo, en cuyo caso serán de un mayor tamaño y pesarán más de 50 kg.

Estas remachadoras se usan en trabajos que implican una presión muy fuerte para que las piezas que tienes que ensamblar queden perfectamente acopladas.

Elige el tipo de remachadora perfecto para el uso que necesitas

Las remachadoras son muy frecuentes en talleres de mecánica o carpintería, aunque también existen otros modelos para usar en casa así como remachadoras profesionales más sofisticadas.

En cualquier caso, la mejor opción siempre será dejarse asesorar por un profesional especializado. Este te podrá desvelar fácilmente el tipo de remachadora que necesitas para realizar el trabajo que quieras de la mejor forma.